domingo, 20 de enero de 2013

Un mismo objetivo, desiguales enfoques


Hace ya algún tiempo que han pasado las fiestas navideñas y tras la resaca de celebraciones varias, comidas, polvorones, y algunas copas de más más, la navidad nos ha dejado varias muestras interesantes de publicidad que deben ser analizadas.

Por un lado nos encontramos con el ya famoso anuncio de Desigual, que ha sido analizado y despedazado en multitud de informativos, blogs, noticias, etc. Dirigido a un público femenino, urbano, moderno y liberal (igual que su ropa) este anuncio ha conseguido fidelizar aún más a su clientela, “abriendo la puerta” a potenciales nuevos clientes, generando repercusión mediática y convirtiéndose en tema de debate durante varios días, lo cual ha facilitará un mayor reconocimiento de marca y un posible incremento en ventas.


Ciertamente la campaña no ha gustado a todo el mundo, generando distintas reacciones según el pensamiento de cada uno, pero lo que sí podemos afirmar es que a las clientes actuales de la marca no les ha disgustado ya que en cierto modo se han sentido identificadas en algún momento de sus vidas con alguna de las protagonistas.

Otro anuncio que ha marcado esta Navidad ha sido el conocido anuncio de Campofrío. Tras el éxito del año pasado en el que los humoristas españoles actuales rendían un homenaje al difunto Gila, este año los primeros espadas del humor español idean un plan para frenar la crisis y juntos tratar de convencer a los principales organismos internacionales de que España no está tan mal cómo nos quieren hacer ver, y que existen posibilidades de  superar la crisis.


El anuncio, dirigido a las familias y a los responsables de las compras en ellas (madres, padres, etc.) ha conseguido algo tan difícil, en un producto “comoditizado” como los embutidos, como conectar emocionalmente con su target, posicionando el producto en la mente del consumidor y favoreciendo su elección cuando el consumidor se enfrente a las múltiples opciones que ofrecen los lineales del supermercado.

Estando dirigidos a públicos completamente diferentes ambos anuncios han conseguido su objetivo: Impactar a su público objetivo y conseguir notoriedad de marca. Estos ejemplos muestran claramente como objetivos similares pueden ser conseguidos de forma "desigual".

¿Qué te han parecido estos anuncios?¿Crees que servirán para fidelizar a su target, y en última instancia incrementar las ventas? ¿Has visto algún otro anuncio últimamente que haya conectado contigo?

BY DAVID ROMERO

2 comentarios:

Arturo Abad dijo...

Felicidades por tu artículo. Me ha gustado. Ya tienes un seguidor. La idea de provocar en publicidad suele funcionar. Me acuerdo de aquel anuncio de vaqueros con elástico, en el que un chico se quitaba el cinturón y golpeaba la tumba de su padre. Dio tanto que hablar que tuvieron que cortarlo.Si aceptas peticiones, estamos locos porque escribas el artículo de "me lo merezco" que escuchamos en aquél restaurante de Belgrado. Abrazo!!

Luis Matosas dijo...

En cuanto a la parte de la fidelización...supongo que sin contar con mas datos es difícil de evaluar...pero si que creo firmemente en que ambas campañas han sido capaces de generar impacto. NO HAY DUDA.

En el caso de la campaña de Campofrio, el hecho de que fuera compartida ampliamente en redes sociales en las ultimas semanas del año es evidencia mas que suficiente.

Ahora bien...en lo que al punto de generar notoriedad PARA LA MARCA se refiere, se abre el debate.

¿Cuanta gente recuerda el anuncio? Sin duda mucha. Pero ahora viene la segunda pregunta y mas importante ¿CUANTA GENTE RECUERDA LA MARCA QUE HAY DETRÁS DEL ANUNCIO? seguro que menos...

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